28/1/11

Los servicios son la actividad productiva en la que tanto España como Andalucía tienen su principal ventaja competitiva de cara al Mercado Interior Europeo.


A modo de conclusión, hay que dejar constancia de los principales problemas que debe solucionar el subsector turístico andaluz para afrontar con éxito los retos que tiene planteados de cara al tercer milenio.
Como hemos podido constatar, ha sido la demanda el aspecto que más ha evolucionado a lo largo de las tres últimas décadas, tendiendo hacia una mayor diversificación de sus motivaciones, hacia unas mayores exigencias de calidad medio ambiental y en la prestación del servicio, y por último, hacia un turismo más personalizado, menos masificado y más activo.
Por el contrario, la oferta se ha comportado de un modo estático hasta finales de los ochenta, y sólo en las últimos años ha comenzado a reaccionar lentamente para adaptarse a estas nuevas exigencias de la demanda.Este retardo en la respuesta de la oferta, ha tenido como principal consecuencia que en la actualidad, todavía se tenga que profundizar en las transformaciones ya iniciadas.
En concreto, un aspecto primordial es seguir orientando la evolución de la oferta hacia una mayor diversificación, en un doble sentido: por un lado, potenciar los turismos alternativos, con lo que se contribuye a la segmentación del mercado, tan necesaria para lograr la máxima rentabilidad (económica, social y medio ambiental) de la actividad turística.
Por otro lado, insistir en la diversificación geográfica del turismo andaluz tanto para explotar, como para solucionar los problemas derivados de la excesiva concentración en ciertos destinos turísticos, en especial las zonas del litoral (Costa del Sol, Costa de la Luz,...). Entre estos problemas cabe destacar la sobre utilización de recursos escasos (como el agua, las áreas protegidas, los servicios públicos de abastecimiento, alcantarillado, recogida de basuras, etc), la especulación del suelo y el consiguiente proceso de salvaje urbanización, etc.
Otro aspecto de vital importancia es mejorar la calidad del producto turístico, insistiendo en aspectos que aún están muy descuidados. En primer lugar, es necesario mejorar la cualificación de la mano de obra empleada en el sector, ya que continúa siendo una de nuestras principales carencias. En segundo lugar, es urgente llevar a cabo un mayor control de la oferta extraoficial que, ha venido creciendo de forma desmesurada, con los problemas de calidad que ello conlleva: de un lado, esta oferta suele presentar deficientes condiciones de calidad, al no estar sujeta a normativa; y de otro, incide también en la calidad de la oferta oficial por suponer una competencia desleal para ella (al verse obligados los alojamientos oficiales a reducir precios para hacer frente a dicha competencia desleal, terminan disminuyendo también su calidad).

Finalmente, en sucesivas encuestas realizadas a los turistas que eligen como destino Andalucía, se detectan graves problemas ambientales (basuras, contaminación de las aguas y acústica, deforestación,...), que condicionan el posible regreso de los turistas a nuestra región.
Todo lo anterior, debe ponerse en práctica, al amparo de un marco normativo adecuado, similar al que viene dándose desde principios de los noventa que apoye y facilite las actuaciones del sector privado. No obstante, debemos insistir en que no todo el peso debe recaer en el sector público, sino que es necesario la iniciativa empresarial:
- Por una parte, partiendo del hecho de que nuestro turismo extranjero es mayoritariamente de procedencia europea, habría que fomentar la puesta en marcha de empresas españolas que salgan a vender nuestro producto a Europa, en vez de esperar pacientemente a que sean los propios touroperadores de estos países emisores los que vengan a comprarlo.
- Por otra parte, es una realidad que nuestro turismo presenta una dependencia excesiva del exterior, factor que conlleva una cierta inestabilidad en la demanda. Sería recomendable reducir dicha dependencia, lo cual podría conseguirse fomentando tanto el turismo interior como el turismo local, es decir, tanto el de los españoles como el de los propios andaluces en nuestra región.
- Por último, otra posibilidad que debe ser potenciada por la empresa turística andaluza es la puesta en marcha de touroperadores de capital nacional, que puedan aprovechar al máximo las disponibilidades financieras de los españoles que se han decidido a viajar a otros destinos turísticos, del mismo modo que han venido haciendo los touroperadores de nuestros principales países emisores (Reino Unido,Alemania,...).

Para terminar, debemos insistir en la idea de que al turismo andaluz no se le reconoce el papel estratégico que tiene en el desarrollo de nuestra Comunidad. Es un hecho innegable el protagonismo que dicha actividad va a tener en el futuro, pues no hay que olvidar que los servicios son la actividad productiva en la que tanto España como Andalucía tienen su principal ventaja competitiva de cara al Mercado Interior Europeo. A pesar de ello, el futuro de nuestra región no debe apoyarse exclusivamente en el desarrollo del subsector turístico, sino que debe buscar una mayor diversificación su la actividad productiva para evitar los problemas derivados de una excesiva dependencia.

1 comentario:

  1. Me parece muy interesantes y realistas tus conclusiones sobre el turismo en Málaga. Las aportaciones que has realizado, no solo en esta entrada, sino durante todo el curso, han sido siempre destacables. ¡Enhorabuena por todos tus trabajos!.

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