Si bien es cierto que las ingentes posibilidades que ofrece la Costa del Sol para la práctica del golf y las actividades náuticas han contribuido al desarrollo en esta zona de segmentos turísticos específicamente vinculados a tales disciplinas, no es menos cierto que la provincia de Málaga está dotada de innumerables infraestructuras y recursos que permiten al visitante practicar otros muchos deportes durante todo el año. No es, por tanto, de extrañar que deportistas de elite, clubes y equipos de renombre internacional elijan cada temporada para realizar sus concentraciones algún municipio costasoleño; localidades que, por supuesto, brindan también al visitante de a pie sus equipamientos deportivos.
Al margen de los recintos de titularidad pública, el turista puede elegir en la Costa del Sol entre un inmenso abanico de clubes y hoteles que también ofrecen la posibilidad de practicar algún tipo de actividad deportiva dentro de sus propias instalaciones. Es el caso, por ejemplo, de los campos de tenis de primera categoría con los que cuenta un buen número de establecimientos, y que se han llegado a convertir en un elemento indispensable de la oferta que determinados alojamientos ponen a disposición de sus clientes. Muestra evidente de la alta calidad de la que pueden presumir estas infraestructuras son las competiciones de alto nivel que frecuentemente acogen; eventos que en muchas ocasiones figuran entre las principales citas del calendario profesional y de la (Asociación de tenis Profesional)
En los últimos tiempos, a los campos de tenis se ha sumado la creación de recintos para la práctica de otras disciplinas deportivas en boga, como el pádel, o de actividades ya tradicionales y que cuentan con múltiples adeptos, como el squash o el bádminton. También en este terreno, tanto la iniciativa pública como la privada han tenido un papel crucial, en tanto que sus inversiones han permitido el desarrollo de relevantes proyectos tendentes a dotar a diversos municipios de la provincia de infraestructuras acordes con la demanda. Los clubes de reconocido prestigio internacional y los establecimientos hoteleros más sensibles a la necesidad de impulsar iniciativas conducentes al desarrollo del segmento turístico deportivo han hecho el resto.
La posibilidad de realizar todas estas actividades se ve en la Costa del Sol favorecida por la benevolencia de su clima, que se torna en factor clave para el fomento de otros deportes aparentemente más estacionales, como la natación. Las suaves temperaturas que se registran durante todo el año en la provincia y la presencia casi constante del sol en el cielo malagueño, hacen de este destino un lugar ideal para la realización de ejercicios acuáticos, de los que se puede disfrutar bien recurriendo a algunos de los múltiples complejos deportivos o piscinas que se distribuyen por lo largo y ancho de la Costa del Sol, o simplemente acercándose a algunas de sus playas, que se extienden a lo largo de más de 160 kilómetros de costa. Esta misma circunstancia convierte a la provincia de Málaga en una zona propicia para la práctica de otros deportes, como el Voley-playa o el fúbol-playa.
Para los profesionales o aficionados a deportes más sofisticados, como la vela, el surf, el windsurf o el ‘sky-surf’, Málaga también ofrece un sinfín de prestaciones. Y es que, tanto en los puertos deportivos como en muchas de las playas situadas en los entornos de mayor afluencia turística, existen diversas entidades y empresas que facilitan desde los medios para la práctica de estas disciplinas -principalmente mediante el alquiler de equipos- hasta el asesoramiento profesional necesario para el disfrute de dichas actividades. Existen, incluso, varias escuelas y clubes especializados, que ponen a disposición del visitante la posibilidad de realizar los preceptivos cursos de formación para la realización de estos y otros muchos deportes acuáticos, como el submarinismo.
Además, es habitual la organización de programas o excursiones para la exploración subacuática de los fondos marinos del litoral malagueño, de extraordinaria belleza y diversidad, o para la búsqueda de zonas adecuadas a la práctica de deportes que exigen unas determinadas condiciones de navegación marítima.
Escuela de Arte Ecuestre de la Costa del Sol, situada en la localidad de Estepona, junto a los clubes que hay repartidos por Otra actividad que tiene un destacado papel en este destino turístico es la hípica. La toda la provincia, y al Hipódromo de Mijas, constituyen una singular y atractiva oferta para los amantes de las actividades relacionadas con el mundo del caballo. Estas instalaciones brindan al visitante la posibilidad de apreciar impresionantes exhibiciones, espectáculos ecuestres y competiciones hípicas, pero también de practicar la monta o realizar excursiones y paseos a caballo por entornos naturales de alto valor paisajístico.
Aún más fácil lo tienen quienes gustan de deportes más convencionales, como el fútbol, el baloncesto, el balonmano, el voleibol o el atletismo, ya que la Costa del Sol está plagada de pistas, canchas y campos -muchos de ellos ubicados en complejos polideportivos- de distintas categorías, características y diseño. Aunque algunos de estos recintos están adscritos a entidades privadas, la mayoría de los terrenos de juego son de titularidad pública, por lo que abren en distintos tramos horarios a los usuarios. En el caso de las macro instalaciones deportivas pertenecientes a los ayuntamientos, éstas también suelen incorporar gimnasios, en los que se realizan actividades como aerobic, step, gymjazz, aerobox o spinning, bajo la supervisión y guía de monitores especializados. En algunos, además, se ofrece la posibilidad de acercarse al mundo de las artes marciales, mediante la impartición de cursos de kárate, judo o taekwondo, disciplinas que han tenido un destacado desarrollo en Málaga, gracias al impulso que han recibido por parte de sus respectivos clues.
Pero además de este complejo entramado de centros públicos y privados, gimnasios e infraestructuras de todo tipo, la provincia de Málaga se presenta como una zona privilegiada para la práctica de actividades deportivas al aire libre. Sus impresionantes paisajes, que describen desde escarpadas montañas hasta inmensas llanuras; el valor medioambiental de sus entornos, salpicados por bosques, sierras, serranías, valles, acantilados y espacios naturales de extraordinaria belleza, y, de nuevo, la benevolencia de su climatología, han contribuido al desarrollo de una amplia red de clubes, centros de formación y empresas especializadas en deportes de aventura y riesgo, que observan estrictamente las más exigentes normas de seguridad y prevención de riesgos impuestos por las autoridades competentes en la materia.
De este modo, el visitante puede desde lanzarse en parapente para apreciar las excelencias del Valle de Abdalajís a vista de pájaro -no en vano es uno de los enclaves europeos más valorados para su práctica-, hasta adentrarse por angostas grutas y trepidantes itinerarios espeleológicos que discurren por enclaves tan atractivos como la cueva Hundidero-Gato, con unos cuatro kilómetros de longitud en los que hay espectaculares galería y ríos subterráneos.
En municipios malagueños como el de Benaoján existen centros que ofertan cursos, y empresas del sector que organizan excursiones guiadas para facilitar la realización de éstas y muchas otras actividades como senderismo, ‘mountain-bike’, barranquismo o paracaidismo. También existe la posibilidad de decantarse por la escalada o el rappel, disciplinas que encuentran en la Garganta del Chorro -que se abre entre una altura de cuatrocientos metros con planchas de gran verticalidad- uno de sus enclaves predilectos.
A los amantes de los deportes motorizados, la Costa del Sol les reserva la posibilidad de realizar actividades como trial, cross o karting. Y para los más aptos a emociones fuertes, un circuito de alta velocidad, en el municipio de Ronda, donde el cliente puede pilotar un bólido a más de doscientos kilómetros por hora, a través de un circuito que emula los grandes recintos internacionales de la fórmula 1. Se trata de un complejo que cuenta con una pista de velocidad y un club social emplazado en un privilegiado entorno natural, a quince kilómetro de la ciudad del Tajo.
Toda esta amplia oferta deportiva que concentra la provincia de Málaga pone de relieve que el disfrute de las vacaciones no sólo no tiene por qué estar reñido con la práctica de actividades físicas, sino que el deporte puede ser, además, un foco de atracción turística en sí mismo, un complemento añadido a la amplia diversidad de recursos con los que cuenta un destino dinámico, saludable y en continua evolución: la Costa del Sol.
Golf Si hay un deporte estrechamente ligado al turismo, ése es el golf, y si existe una zona que le ha prestado una especial atención al golf, ésa es la Costa del Sol, que desde hace unos años también es conocida, y no precisamente por conveniencia promocional sino haciendo justicia a un hecho constatable, como la Costa del Golf, dado el elevado número de campos más de 45 y en inmejorables condiciones- que se concentran en esta zona, que es, hoy por hoy, la primera de Europa en oferta de golf.
La razón de la gran concentración de instalaciones golfísticas en la Costa del Sol es la misma por la que este enclave se encuentra entre los primeros destinos más demandados por el turismo mundial: un clima privilegiado que permite la práctica de este deporte en cualquier época del año, y, a la vez, unas condiciones orográficas idóneas para que los diseñadores de estas instalaciones pongan a prueba su experiencia y su imaginación con el aprovechamiento de las condiciones naturales del terreno, elementos con los que se han obtenido unos resultados técnicos, deportivos y paisajísticos tan originales como sorprendentes.
En efecto, la mayoría de los campos de golf ubicados en la Costa del Sol añaden al impecable trazado específicamente deportivo un paisaje natural único, tanto si la instalación está situada junto al mar como si se halla más al interior. El aprovechamiento de algunos valles y vaguadas, transformados en espectaculares alfombras verdes salpicadas de lagos y vegetación autóctona, ha sido destacado como modélico por algunos especialistas en esa materia.
En efecto, la mayoría de los campos de golf ubicados en la Costa del Sol añaden al impecable trazado específicamente deportivo un paisaje natural único, tanto si la instalación está situada junto al mar como si se halla más al interior. El aprovechamiento de algunos valles y vaguadas, transformados en espectaculares alfombras verdes salpicadas de lagos y vegetación autóctona, ha sido destacado como modélico por algunos especialistas en esa materia.
Este reconocimiento en absoluto ha sido fortuito, sino producto de una firme apuesta por este deporte, una apuesta para la que se ha contado con la supervisión de los más destacados golfistas mundiales y los mejores diseñadores de este tipo de instalaciones, en las que, igualmente, han trabajado expertos urbanistas, quienes han contribuido a aunar los espacios netamente deportivos y unas infraestructuras complementarias, hasta configurar unos espacios sin solución de continuidad que han servido de ejemplo en otras zonas que ahora están abriéndose a este deporte y a todo lo que conlleva a su alrededor.
Una de las características que hacen de la Costa del Sol una especie de ‘Meca’ del golf radica en la variedad de sus campos, no sólo en cuanto a número de hoyos sino, sobre todo, en lo relativo a su diseño y ubicación, lo que permite al profesional o al aficionado practicar este deporte en instalaciones fuertemente diferenciadas entre sí, desde las catalogadas como links (las que se sitúan junto al mar) a las de tipo escocés, de acusados desniveles, o norteamericano, en el que predominan los espacios llanos y abundancia de agua, a los que hay que añadir aquellos campos que, en una especie de calculado sincretismo, aúnan al menos dos de estas tendencias.La vasta oferta golfística de la Costa del Sol no podía pasar desapercibida a los organizadores de las más destacadas competiciones nacionales e internacionales, y así, desde hace años, algunos campos de esta zona sirven de base para la celebración de afamados encuentros (Open de España, The World Championship, Volvo Master e incluso la Ryder Cup), eventos que han propiciado que la provincia de Málaga se haya convertido en sede oficial de invierno de la Asociación de Profesionales de Golf (PGA) de Europa.
El sector del golf en la provincia de Málaga ha tenido muy en cuenta el hecho de que este deporte ha captado en los últimos años la atención de distintas capas sociales, hasta el punto de que, aun conservando en cierto modo esa aureola, ya no es considerado un deporte exclusivamente de elite. En este sentido cabe destacar los precios altamente competitivos de los campos malagueños, en algunos de los cuales, además, se imparten clases prácticas y cursos de iniciación a cargo de reconocidos profesionales. En otros clubes existen academias especializadas, más dirigidas a cursos de perfeccionamiento, en las que se combina la enseñanza al uso con las más avanzadas técnicas de formación.
La Costa del Sol Occidental, con los municipios de Marbella y Mijas a la cabeza, es la zona de la provincia de Málaga que cuenta con más campos de golf, pero lo cierto es que estos ya proliferan no sólo en el resto del litoral malagueño (Costa del Sol Oriental), sino que también las comarcas del interior (Valle del Guadalhorce y Antequera) se han incorporado con fuerza al ámbito golfístico, por lo que puede afirmarse que en cualquier lugar de la provincia hay un campo de golf cercano.
Una de las características que hacen de la Costa del Sol una especie de ‘Meca’ del golf radica en la variedad de sus campos, no sólo en cuanto a número de hoyos sino, sobre todo, en lo relativo a su diseño y ubicación, lo que permite al profesional o al aficionado practicar este deporte en instalaciones fuertemente diferenciadas entre sí, desde las catalogadas como links (las que se sitúan junto al mar) a las de tipo escocés, de acusados desniveles, o norteamericano, en el que predominan los espacios llanos y abundancia de agua, a los que hay que añadir aquellos campos que, en una especie de calculado sincretismo, aúnan al menos dos de estas tendencias.La vasta oferta golfística de la Costa del Sol no podía pasar desapercibida a los organizadores de las más destacadas competiciones nacionales e internacionales, y así, desde hace años, algunos campos de esta zona sirven de base para la celebración de afamados encuentros (Open de España, The World Championship, Volvo Master e incluso la Ryder Cup), eventos que han propiciado que la provincia de Málaga se haya convertido en sede oficial de invierno de la Asociación de Profesionales de Golf (PGA) de Europa.
El sector del golf en la provincia de Málaga ha tenido muy en cuenta el hecho de que este deporte ha captado en los últimos años la atención de distintas capas sociales, hasta el punto de que, aun conservando en cierto modo esa aureola, ya no es considerado un deporte exclusivamente de elite. En este sentido cabe destacar los precios altamente competitivos de los campos malagueños, en algunos de los cuales, además, se imparten clases prácticas y cursos de iniciación a cargo de reconocidos profesionales. En otros clubes existen academias especializadas, más dirigidas a cursos de perfeccionamiento, en las que se combina la enseñanza al uso con las más avanzadas técnicas de formación.
La Costa del Sol Occidental, con los municipios de Marbella y Mijas a la cabeza, es la zona de la provincia de Málaga que cuenta con más campos de golf, pero lo cierto es que estos ya proliferan no sólo en el resto del litoral malagueño (Costa del Sol Oriental), sino que también las comarcas del interior (Valle del Guadalhorce y Antequera) se han incorporado con fuerza al ámbito golfístico, por lo que puede afirmarse que en cualquier lugar de la provincia hay un campo de golf cercano.
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