El alcalde entrega la llave del edificio de la Casa Invisible al colectivo.
Ayuntamiento, Junta, Diputación y el colectivo firman un protocolo
Se les cede el uso del inmueble durante un año
Felicidad Martín Málaga
lunes 17/01/2011
La Casa Invisible está de celebración. En el edificio 9 y 11 de calle Nosquera se oyen aplausos y brindis ya que los miembros de este colectivo, que un día ocupó el inmueble para crear un centro de gestión ciudadana, han conseguido tras cuatro años que el Ayuntamiento ceda el inmueble para que desarrollen sus actividades.
Así, el Salón de los Espejos del Consistorio ha sido testigo este lunes de la firma del protocolo de intenciones para el impulso de este proyecto cultural promovido por la ciudadanía en colaboración con asociaciones e instituciones culturales como el Museo Nacional de Arte Reina Sofia, que ha propiciado este acuerdo con las administraciones locales y la Junta de Andalucía.
Según este convenio, que tiene un periodo de vigencia de doce meses, el Ayuntamiento se compromete a la autorización temporal de un local (que por el momento será el edificio de calle Nosquera) para el desarrollo de actividades culturales de La Casa Invisible. De este modo, ha anunciado que brindará al colectivo apoyo institucional y asesoramiento técnico.
Por su parte, el colectivo deberá convertirse en una fundación privada, desarrollar un programa de actividades y elaborar de forma autónoma un proyecto cultural que contará con el asesoramiento de Santiago Eraso, gestor cultural con experiencia en la dirección de importantes centros de arte como el Arteleku donostiarra.
Por otro lado, 'los invisibles' deberán mantener informadas trimestalmente a las administraciones de sus actividades y asumir la responsabilidad sobre la conservación y mantenimiento del edificio, las personas que lo ocupan así como la contratación y el pago de servicios básicos como electricidad, agua y licencias.
El protocolo también advierte que el destino del inmueble será exclusivamente de carácter sociocultural y no admite su uso como residencia o para cualquier otra actividad que no esté autorizadapor las ordenanzas municipales. Así, a lo largo de este año 'los invisibles' deberán hacer realidad los cometidos planteados para su permanencia y gestión.
'Un gran paso'
Nicolás Sguiglia, miembro del colectivo, asegura que "este es un gran paso" para La Invisible y ha valorado positivamente el acuerdo. "Estamos seguros de que vamos a cumplir los requisitos que nos piden y una vez finalizado el plazo deberíamos firmar una cesión mínima de diez años para que podamos desarrollar con serenidad los proyectos que se dan aqui", ha explicado.
Asimismo, ha agradecido el apoyo que desde hace años les están ofreciendo distintas instituciones culturales a nivel nacional y ha destacado la importancia de la presencia del Reina Sofía en este protocolo. Así, ha espeficicado que este centro "siempre se ha comprometido a apoyarnos y a poner los medios necesarios para que podamos desplegar todo nuestro potencial creativo y puedan sumarse las propuestas de creadores locales".
Berta Sureda, directora del departamento de actividades públicas del Museo Reina Sofía, ha asegurado que todo empezó por "la voluntad de trabajar en red, una forma diferente a lo que convencionalmente se hace". Así, ha explicado que el deseo del museo es "colaborar y dar visibilidad a ideas y pensamientos críticos de agentes no institucionalizados".
"Decidimos implicarnos en este proceso y ayudarlos a negociar con las instituciones de Málaga y Andalucía para la cesión del edificio porque lo consideramos un proyecto de indiscutible interés público imprescindible para la ciudad que defiende todo lo que nosotros defendemos: la cultura libre, la independencia y la participación ciudadana", ha afirmado al tiempo que ha añadido que se trata de "todo un ejemplo de gestión social y cultural ciudadana" para el resto de ciudades.
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