El subsector agrícola, dependiente de la política agraria comunitaria que marca su producción y a la vez se convierte en su máximo consumidor

1.- Los sectores productivos de Andalucía. Resumen-conclusión,.

El sector primario de Andalucía lo conforma sobre todo el subsector agrícola, dependiente de la política agraria comunitaria que marca su producción y a la vez se convierte en su máximo consumidor. Destaca la agricultura extensiva o de invernadero y en menor proporción la agricultura ecológica, más respetuosa con el medio ambiente y cuya demanda está en auge en la Unión Europea. Andalucía produce: aceitunas (aceite de oliva), hortalizas, viñedos, frutas tropicales y castañas.

El subsector de la ganadería apenas tiene incidencia, debido a la ausencia de pastos y al clima seco de Andalucía, y también en mayor medida, a la ausencia de empresas de tipo medio, más propicias para el régimen familiar y la crisis de la ganadería extensiva, con causas como la peste porcina o la fuerte despoblación que se da en estas zonas.

En cuanto al subsector pesquero, es importante en nuestra economía pero debido al agotamiento de los recursos naturales, la restrictiva Política Pesquera Comunitaria y la reducción de caladeros internacionales han hecho imprescindible el Plan de Modernización del Sector, que entre las diversas medidas de mejora, incluye el apoyo a la acuicultura, una forma artificial de producir pescados de alto valor comercial. Destacan las doradas, lubinas, almejas, ostras, huevas de esturión, truchas, etc., Se está implantado en casi todo el litoral andaluz.

Y finalmente, el subsector minero, aunque en la antigüedad dieron gran protagonismo a Andalucía, hoy día apenas reviste trascendencia, siendo sólo destacable las canteras de arena de Alhaurín en Málaga y el mármol blanco de Macael en Almería.

En el sector secundario, la escasa industria se localiza en la zona occidental, en las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla. En el resto existen aisladamente cerca de la franja costera y los principales núcleos de la población.

Cobra importancia la industria agroalimentaria, tanto como generadora de empleo y valor añadido, como a su presencia en el comercio exterior, convirtiéndose en protagonista de las exportaciones industriales andaluzas.

La industria energética es también importante para la economía andaluza. Cuenta con empresas dedicadas al refinado de petróleo y a la electricidad. En los últimos años se está apostando por el tratamiento de recursos de baja contaminación como el gas natural y las energías renovables (molinos de aire y huertos solares) que son claramente el futuro de nuestra región.

La construcción como motor principal de la economía debido al arrastre que ejerce sobre otros subsectores, está pasando por una crisis muy grande que estalló en el año 2007, producido por la gran burbuja inmobiliaria, que ha hecho que actualmente el paro haya aumentado de una forma alarmante, lo que ha provocado una fuerte bajada en el consumo.

Por último en el sector terciario o de servicios, el turismo tiene gran trascendencia para Andalucía, siendo la primera región de España en ingresos por este concepto.

La oferta turística se concentra principalmente en la Costa del Sol y en ciudades como Sevilla y Granada. Casi la mitad del total de visitantes son extranjeros, en buena parte procedente de la U. E.

La regulación del turismo pretende, sobre todo, mejorar la calidad de éste y su comercialización, intentando romper con la estacionalidad, la subordinación del turismo de sol, promover el turismo interior, y sobre todo, controlar el crecimiento desordenado de algunos municipios turísticos y finalmente hacer más competitivas a las empresas turísticas. Esta semana (del 19 al 23 de enero) precisamente se celebra la feria más importante para el turismo, FITUR en Madrid.

Para el desarrollo del turismo es vital el desarrollo del subsector del transporte, estratégico para la estructura económica y social de Andalucía. Incluimos en este subsector tanto el transporte marítimo, como el aéreo, el ferroviario y el terrestre. Es necesario para ello seguir invirtiendo en alta velocidad, en autopistas y en los aeropuertos.

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