24/11/10

Negras perspectivas para el sector de la construcción (24/04/10)




Un reciente estudio de Deloitte señala que el sector de la construcción “tocará fondo entre 2011 y 2012” en función del contexto económico español y la velocidad de la recuperación dependerá mucho tanto de las características específicas de cada sector como del nivel de diversificación, concentración e internacionalización de cada empresa.
Jesús Tejel, socio de la firma, presentó en Valencia el informe Perspectivas del sector de la construcción, en una jornada en la que participaron el socio de la consultora Alejandro Requena y el presidente de la Federación de Empresas de la Comunitat Valenciana Contratistas de Obras de la Administración (Fecoval), Javier Luján. En esa presentación se explicó que el informe concluye que será en esas fechas cuando el sector concluya el periodo de ajuste que arrancó en 2008 y que se cerrará con una caída de la contratación de obra pública de “entre un 35 y un 40%” respecto a los datos anteriores al cambio de ciclo.
Alejandro Requena se mostró todavía menos optimista. Cree que será “complicado” que el segmento residencial culmine su recuperación en 2012, mientras que en el sector no residencial, hostelería y centros comerciales “se vive un exceso de oferta y hasta que no se reactive el consumo, será difícil que vuelvan a tirar”. En ingeniería civil, deberá haber un “ajuste” entre el apoyo a corto y a largo plazo, constató que “existe una demanda” en el sector de la edificación y un stock que incluye “una parte difícilmente viable en los próximos años”, por lo que “ya en 2012 pueden aparecer demandas insatisfechas” de primera vivienda por falta de financiación.

Requena estimó que la restricción crediticia “no va a desaparecer hasta 2011” teniendo en cuenta el “contexto macroeconómico a nivel financiero español”, lo que provocará un aumento de la “presión competitiva” y generará un “impacto en las ventas, producción, cartera y márgenes” de las compañías. Apuntó que ello “exige un giro estratégico” para la reformulación de los mercados, los segmentos y los clientes objetivo, con “nuevas reglas del juego” consistentes en “gestión de la caja, gestión de los costes y confianza”.

El socio de Deloitte remarcó que “las claves de la reestructuración pasan por la colaboración” entre administraciones públicas, instituciones financieras y empresas, y por la “reducción de costes” mediante la “consolidación” del tejido empresarial, que requiere “un cambio de mentalidad de propietario a consejero”.

El presidente de Fecoval coincidió en que “es imprescindible el diálogo y la colaboración entre administración pública, sistema financiero y empresas” para la financiación de obra pública. Aunque advirtió de que, si bien “la colaboración público-privada en la financiación de infraestructuras está llamada a ser una parte importante de la licitación de contratos de obra o del volumen de negocio de la construcción”, esta modalidad “no puede sustituir en la práctica a la financiación tradicional” con cargo a los presupuestos de las administraciones públicas.

Así, remarcó que “la licitación tradicional tiene que estar por encima del 50% de la colaboración público-privada”. “Las administraciones públicas no pueden caer en el error de que con esto vamos a subsistir”, insistió, y reclamó que los proyectos con financiación pública “sigan teniendo una importancia capital“.

Reivindicó que el tamaño de los proyectos “debe surgir de un equilibrio entre un tamaño mínimo para la eficiencia de la gestión del proyecto” y un límite máximo que “permita la concurrencia” de “empresas de todo tipo, más grandes y medianas”. Explicó que “si al final sacan unos pocos proyectos de un volumen tremendo, no sólo las empresas de aquí sino muchas de las empresas de Madrid, no van a poder acceder”, una cuestión en la que “parece que están haciendo caso”.

Evidentemente estos datos nos confirman que el modelo económico donde prima extraordinariamente este sector no es sostenible. El exceso de sotck a nivel residencial, 700.000 viviendas según la Ministra de Vivienda, hace que el futuro de la construcción en España se base, para los próximos años en una casi total dependencia de la obra pública. Es decir, un sector más que basa su rentabilidad en Papá Estado, ¿cuántos van ya?

Más nos vale, de una vez, un giro total. Reciclar a los miles de trabajadores de baja cualificación que han estado empleados en el sector, darles una formación que les permita trabajar en otros sectores y, desde luego no mantener de manera artificial un modelo con un futuro tan negro. En los 80 se acometió la reconversión naval y de la minería, es el turno de la reconversión de la construcción y cuanto antes nos pongamos a ello, mejor nos irá.
Fuente: Weblogs,SL

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