“NIÑA EN LA PLAYA” se vende por dos millones
Esta obra del famoso pintor valenciano formaba parte de una subasta de pintura europea del siglo XIX que Sotheby's ha celebrado en Londres y que ha incluido, entre sus principales reclamos, obras de Sorolla, el catalán Santiago Rusiñol y otros artistas representativos de la época como Raimundo de Madrazo, Joaquín Mir, Isidre Nonell, Benjamín Palencia, Cecilio Pla, Julio Romero de Torres, Rafael Zabaleta e Ignacio Zuloaga.
Además de esta obra del pintor valenciano, la famosa casa de subastas también ha vendido el cuadro 'Niños en la playa', adjudicado por un valor de 2,28 millones de euros. Ambas obras fueron pintadas en 1904, un año de gran importancia en la producción del artista.
Ocho obras de Sorolla
En total salieron a subasta ocho obras de Sorolla, entre ellas 'Algarrobo', adjudicado por 785.950 euros. Pintada en 1898 en Jávea, esta escena bucólica retrata un paraje que había cautivado al artista un par de años antes.
Por un precio más bajo fueron compradas otras obras del artista como, entre otras, 'Bodegón de Rosas Blancas', vendido por 103.057 euros, o el boceto 'Estudio para otra Margarita', un óleo sobre tabla de 1894 que el artista trasladaría a lienzo ese mismo año y obra por la que recibió la Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes en Madrid, finalmente adjudicado por 86.125 euros.
No supera el record
El récord para una obra de Sorolla fue establecido en 2003 cuando Sotheby's adjudicó 'La hora del baño', también pintada en 1904, por 3,7 millones de libras. En la última década, Sotheby's ha vendido la inmensa mayoría de las obras de Sorolla ofrecidas en el mercado por encima del millón de libras.
'Pescador' y 'Niños en la playa' ilustran escenas de niños en la orilla del mar y fueron pintadas durante el verano en la playa del Cabañal en Valencia, uno de los entornos preferidos del artista. Estos dos cuadros también formaron parte de la primera exposición internacional de Sorolla en la Galería Georges Petit de Paris en 1906 y desde entonces han permanecido en sendas colecciones privadas.
En 'El Pescador', un joven caminando por la orilla con una cesta llena de pescado se impone en la escena y echa una mirada un tanto nostálgica hacia el mar, que tanto placer da a un grupo de chicos más jóvenes. En contraste, el barco de juguete en 'Niños en la Playa' es señal de una posición social más acaudalada y de un futuro más acomodado. Las dos escenas están bañadas por el calor del sol valenciano.
También en ambas obras el pintor valenciano encuadra la acción en un marco reducido. En 'El Pescador', la presencia repentina del joven aporta dramatismo e inmediatez a la escena y, de igual manera, en 'Niños en la Playa', el pintor centra la acción en el juego de los niños, excluyendo todo lo que ocurre a su alrededor como si congelase el momento con una instantánea.
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